| 1 cuota de $61.950 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $61.950 |
| 1 cuota de $61.950 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $61.950 |
| 3 cuotas de $20.650 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $61.950 |
| 2 cuotas de $36.655,82 | Total $73.311,63 | |
| 6 cuotas de $14.050,26 | Total $84.301,56 | |
| 9 cuotas de $10.519,11 | Total $94.671,99 | |
| 12 cuotas de $8.841,81 | Total $106.101,77 | |
| 24 cuotas de $6.597,93 | Total $158.350,40 |
| 3 cuotas de $25.046,39 | Total $75.139,16 |
| 3 cuotas de $26.396,90 | Total $79.190,69 | |
| 6 cuotas de $14.537,60 | Total $87.225,60 |
| 6 cuotas de $14.641,88 | Total $87.851,30 | |
| 9 cuotas de $10.956,20 | Total $98.605,82 | |
| 12 cuotas de $8.972,94 | Total $107.675,30 |
| 18 cuotas de $7.277,06 | Total $130.987,08 |
| 1 cuota de $61.950 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $61.950 |
| 3 cuotas de $20.650 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $61.950 |
| 1 cuota de $61.950 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $61.950 |
| 12 cuotas de $8.880,53 | Total $106.566,39 |
| 3 cuotas de $23.051,60 | Total $69.154,79 | |
| 6 cuotas de $12.518,03 | Total $75.108,18 | |
| 9 cuotas de $10.461,98 | Total $94.157,81 | |
| 18 cuotas de $7.554,46 | Total $135.980,25 |
| 1 cuota de $72.512,48 | Total $72.512,48 | |
| 6 cuotas de $13.630,03 | Total $81.780,20 |
| 3 cuotas de $25.608,07 | Total $76.824,20 | |
| 6 cuotas de $14.618,14 | Total $87.708,81 | |
| 9 cuotas de $11.263,89 | Total $101.374,98 | |
| 12 cuotas de $9.543,91 | Total $114.526,97 | |
| 18 cuotas de $7.950,25 | Total $143.104,50 |
| 3 cuotas de $20.650 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $61.950 |
BARNEY HOSKYNS
HOTEL CALIFORNIA
CONTRA
Páginas: 414
Altura: 22.0 cm.
Ancho: 15.0 cm.
Lomo: 2.5 cm.
Peso: 0.63 kgs.
ISBN: 9788418282423
Estado: Nuevo
A mediados de los sesenta, la música popular norteamericana dio un giro copernicano cuando la fábrica de hits de Nueva York se vio desplazada por los himnos aterciopelados y edénicos que empezaron a brotar de Los ngeles de la mano del genial productor Phil Spector y grupos como los Beach Boys, los Byrds o The Mamas and the Papas. A partir de ese momento, una serie de artistas, que empezaron a reivindicarse como cantautores de sus propios temas, encontraron en las colinas californianas de Laurel Canyon y en sus alrededores un paraíso virginal -en plena naturaleza pero a un paso del fragor de la gran ciudad- donde establecerse, echar raíces y dar rienda suelta a sus canciones de corte intimista y reivindicativo. Locales como el Troubadour, en La Cienega Boulevard, empezaron a ser frecuentados por la nueva horda de músicos, que aspiraban a tocar sus canciones en directo frente a la exigente audiencia, formada en buena parte por los propios músicos y aspirantes a estrellas. Se iría así fraguando una de las eras doradas del rock norteamericano, que empresarios de la música como un joven y aguerrido David Geffen y su socio Elliot Roberts convertirían casi de la noche a la mañana en un emporio. De este modo, sellos como Warner/Reprise, dirigidos por los linces Mo Ostin y Joe Smith, o Asylum, del tándem Geffen/Roberts, apostaron por un repertorio de folk rock y nuevo country que vio nacer a cantautores y grupos de la talla de Neil Young, Joni Mitchell, Gram Parsons, Crosby, Stills & Nash, Jackson Browne, Linda Ronstadt, James Taylor, The Flying Burrito Brothers, The Eagles o Fleetwood Mac, entre muchos otros, que se convertirían en el nuevo canon del rock y el folk de la música norteamericana a base de música introspectiva y de raíces. Sin embargo, el idealismo, la solidaridad y el talento no tardarían en dar paso a un pandemónium de celos, consumo exacerbado de drogas y sobredosis, relaciones sentimentales tormentosas, éxitos clamorosos y caídas en picado que convirtieron el paraíso en un infierno de egoísmo y capitalismo.
